Existen múltiples señales de la parálisis facial que pueden ayudar a diferenciar entre las diferentes causas de la parálisis. Es importante identificar el tipo de parálisis facial ya que un grupo de ellas requieren de tratamiento urgente para evitar complicaciones.
¿Cómo funcionan los músculos de la cara?
Para poder identificar las señales de una parálisis facial, primero es importante conocer cómo funcionan los músculos de la cara. El nervio facial es el nervio encargado de llevar información sensitiva desde los músculos hasta el cerebro y viceversa, llevan información motora desde el cerebro hasta los músculos para que estos puedan contraerse. Igualmente es el nervio facial el que tiene la función de percibir los sabores de una parte de la lengua y de producir lágrimas y saliva.
En el cerebro existe una estructura denominada “protuberancia” desde donde el nervio facial emerge y continúa su recorrido desde esta estructura hasta llegar a la glándula parótida en donde se divide en ramas para alcanzar los músculos faciales.
En una persona normal la orden para mover los músculos de la cara se crea en la protuberancia y viaja a través del nervio facial hasta el músculo, el cual finalmente se contrae.

¿Qué es la parálisis facial?
La parálisis facial es la incapacidad de mover los músculos de la cara, esta inmovilidad puede ser causada por una lesión a nivel cerebral desde donde nace el nervio facial o en el propio nervio, el cual, se encarga de enviar la orden de movimiento hacia el músculo. Si la causa es a nivel cerebral, se le conoce como parálisis facial central y si el daño es del nervio periférico se le denomina parálisis facial periférica.
Se trata de una entidad frecuente que afecta de forma significativa la calidad de vida de quien lo padece. Además de que condiciona a un mayor riesgo de presentar daños, especialmente en la córnea, debido a que se pierde la capacidad de mantener cerrado el ojo lo que propicia su daño.
Dependiendo de la causa es como se puede saber la gravedad y el pronóstico de esta afectación. Debido a que el daño puede ser ocasionado desde el cerebro existen enfermedades o afectaciones neurológicas graves que pueden estar asociadas a la parálisis. Por lo que, a pesar de que la parálisis facial idiopática o de causa desconocida es la forma más frecuente, se recomienda realizar una búsqueda detallada para descartar causas graves que requieran tratamiento urgente.
¿Cómo sospecho de una parálisis facial?
La parálisis facial puede ser fácilmente distinguible ya que la persona pierde la capacidad de movilidad de la mitad de la cara. Usualmente los signos que más fácilmente se pueden observar son la sonrisa desviada hacia el lado sano e incapacidad de cerrar el ojo del lado afectado. Igualmente la persona puede referir sensación de adormecimiento en el lado de la cara afectado.
Si tu o alguna persona presenta estos signos y síntomas es importante reconocer los dos tipos de parálisis:
Parálisis facial central
En este tipo de parálisis sólo se afecta la porción inferior de la hemicara afectada, es decir, el paciente no puede hacer una sonrisa simétrica, sin embargo si es capaz de elevar ambas cejas.
La causa más común de la parálisis facial central es un accidente cerebrovascular, es decir, una embolia, la cual requiere una atención inmediata. Otras causas de parálisis facial central son: tumores, traumatismos, meningoencefalitis por un agente infeccioso, entre otros.
Parálisis facial periférica
Aquí la persona es incapaz de mover todo un lado de la cara, por lo que su sonrisa será asimétrica y será incapaz de elevar la ceja en el lado afectado. A pesar de ser una lesión periférica que ocurre directamente en el nervio facial y que la causa más común es la idiopática o de causa desconocida, es necesario descartar otras causas como: Síndrome de Guillain-Barré, virus de Epstein-Barr, herpes, fracturas del cráneo, entre otras.
Otros síntomas que pueden acompañar a la parálisis facial son:
- Pérdida de las arrugas de la frente en reposo
- Asimetría de la cara sin realizar ningún gesto
- Pérdida del surco nasogeniano o pliegue que se forma entre la nariz y la comisura del labio
- Incapacidad para inflar las mejillas
- Incapacidad para cerrar el ojo
- Pérdida del gusto en la mitad de la lengua
- Incapacidad de producir lágrimas o disminución de la producción en el lado afectado
- Disminución en la producción de saliva
- Percepción alterada de los sonidos, escucharlos como si estuvieran en alto volumen e incluso se puede acompañar de dolor
¿Cómo se hace el diagnóstico de parálisis facial?
El diagnóstico de la parálisis facial es clínico y debe de realizarlo un médico, de preferencia un especialista en esta área ya que se requiere de una historia clínica completa y exploración física para orientar hacia las causas del evento. El verdadero reto es encontrar la causa de este suceso, su gravedad y pronóstico. Para esto son útiles estudios adicionales como una tomografía o resonancia magnética de cráneo, una electromiografía, estudios en sangre y pruebas para descartar infecciones.
¿La parálisis facial tiene tratamiento?
El tratamiento específico para cada paciente varía dependiendo de la causa, sin embargo todos los pacientes con parálisis facial se benefician de recibir terapia física para mejorar la contracción muscular y la sensibilidad del lado afectado. Si bien no es posible definir al momento del diagnóstico si una persona podrá o no recuperar la funcionalidad en su totalidad, el objetivo del tratamiento se enfoca en obtener los mejores resultados posibles que puedan mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Qué secuelas puede haber?

Las secuelas pueden consistir en una falta de recuperación en la funcionalidad de los músculos o bien, secundario a complicaciones por la parálisis. En ocasiones la persona puede presentar lagrimeo o espasmos a pesar de haber recuperado el resto de las funciones.