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El término parálisis facial es común escucharlo, cuando se presentan los primeros pasos en una Parálisis facial, casi todos sabemos que se presenta cuando la mitad de la cara queda paralizada, pero es poco conocido que le puede ocurrir a cualquier persona, en cualquier momento y la importancia de recibir la atención de un especialista.
Yo mismo cuando sufrí una parálisis facial no sabía que recibiendo tratamiento y rehabilitación podría recuperarme por completo, como casi el 80% de personas en la misma situación.
En primer lugar, te puedo decir que una parálisis facial no es un ataque ni mucho menos se da por accidente. Básicamente se trata de un detenimiento o parálisis de lo que se conoce como el séptimo par craneal que no es más que el nervio facial que todos tenemos en el rostro.
Si como yo, piensas que esto no puede pasarte a ti porque eres una persona sana y no tienes antecedentes de enfermedades subyacentes, pues lamento decirte que no es así.
Esta es una condición que se presenta de forma súbita y que afecta a cualquiera, desde adolescentes hasta ancianos. Si bien hay causas relacionadas con problemas neurológicos, también debes saber que el estrés es un desencadenante.
Son varios síntomas y aunque en cada caso pueden ser distintos, yo los identifiqué de la siguiente manera.
En primer lugar, tuve un intenso dolor de cabeza que pocas veces he sentido. Era más bien una presión y aunque tomé analgésicos, sencillamente no hacían efecto. A medida que el día pasaba empecé a sentir una especie de hormigueo sobre medio lado del rostro, como cuando se duerme la mano o el pie, era tal cual esa sensación.
Después fueron apareciendo otras señales. La siguiente fue dificultad para sonreír. Aunque lo intentara muchas veces, simplemente era como si medio lado de mi rostro estuviese dormido y no respondía a mi gesto, siendo totalmente imposible.
Finalmente, y la razón por la cual decidí acudir a urgencias fue cuando empecé a ver borroso y mi ojo izquierdo (el lado afectado) ardía y no paraban de salir lágrimas como si tuviese una infección.
Yo en mi vida he visitado pocas veces la sala de urgencias, ya que siempre he gozado de buena salud, pero el dolor de cabeza era tal, y los síntomas me parecían tan extraños que no quise pasarlos por alto, porque además he leído que la parálisis facial, a su vez, puede ser una señal de algo más serio, como un Infarto Cerebral.
Al llegar, inmediatamente me atendió un especialista y me realizó una especie de evaluación física, ya que precisamente, muchos de los síntomas que yo presentaba también están relacionados a un accidente cerebro vascular.
Después de esta evaluación y del diagnóstico, recibí medicación y una orden para visitar al neurólogo, quien en realidad es el especialista indicado para este tipo de casos.
Una vez aquí, inició el trayecto hacia la recuperación de mi sonrisa. Tengo dos meses recibiendo terapia para parálisis facial en Neurocenter y puedo decir que los síntomas y las molestias han desaparecido casi totalmente.
Por eso, si por alguna razón llegas a experimentar cualquier señal o síntoma es necesario que busques ayuda profesional, puede ser la diferencia entre volver a sonreír, y que como bien dicen las abuelas, todo a tiempo tiene solución.
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